ISAAC KAMINK

Foto: Zoya Lynch @zoyalynch

 Para mí, esquiar se trata del viaje. El movimiento, la gente y los lugares son lo que realmente lo hacen especial. En este punto, es difícil decir qué disfruto más; la aproximación o el descenso. Nuevas zonas, nuevas amistades, nuevas experiencias, repite.

Comencé a esquiar en el club de esquí Batawa, una colina de esquí de 150 m de altura en el sur de Ontario, cuando tenía 3 años. En mi juventud corrí y trabajé como patrulla de esquí. Pasé los inviernos esquiando con mi familia en Ontario, Quebec y Vermont.

En 1999 dejé la universidad, conduje hasta Whistler para pasar la temporada de invierno y nunca miré atrás. Hice mi primer curso sobre avalanchas en 2001 y comencé un viaje de por vida por las montañas. He tenido la suerte de tener muchos mentores fantásticos y un equipo de amigos súper genial con quien explorar.

Conocí a Sterbenz en Golden Alpine Holidays hace años, estaba dirigiendo un campamento de freeride con Hoji. Matt siempre tuvo una visión de la progresión del esquí. Es sorprendente ver dónde ha evolucionado y hacia dónde se dirige.